Rumores evidencia no es la mejor evidencia, parte 1 |
Por
SJ Tubrazy
La regla contra la admisión de testimonios de oídas es fundamental. No es la mejor evidencia y no se entrega bajo juramento. La veracidad y exactitud de la persona cuyas palabras están hablado por otro testigo no puede ser probado por el interrogatorio, y la luz que se pierde su actitud sería arrojar sobre su testimonio: No obstante la regla admite ciertas excepciones limitadas cuidadosamente salvaguardados y, un de los cuales es que palabras serán probadas cuando forman parte de la gestae res.
Las reglas que controlan esta excepción son comunes a la jurisprudencia de la Guayana Británica, Inglaterra y Escocia. Al parecer, para descansar en última instancia de dos proposiciones, que expresión humana es a la vez un hecho y un medio de comunicación, y que la acción humana puede ser tan entrelazadas con las palabras que la importancia de la acción no se puede entender sin las palabras correlativas y la disociación del palabras de la acción podrían impedir el descubrimiento de la verdad.
Pero las aplicaciones judiciales de estas dos proposiciones, que no siempre se combinan armoniosamente, nunca han sido formulados precisamente en un principio general.
¿Cómo leve puede ser suficiente una separación de tiempo y lugar para hacer pruebas de oídas de las palabras pronunciadas incompetentes está bien ilustrado por los dos casos citados. En el caso de Bedingfield una mujer se precipitó con su garganta cortada de una habitación en la que la lesión se había infligido a otra habitación donde ella le dijo algo a las personas que la vio entrar.
Su evidencia acerca, lo que dijo fue declarada inadmisible por Cockburn, CJ En el caso de O'Hara, un civil, la acción, el evento fue una lesión de un pasajero provocado por el viraje repentino del ómnibus en el que viajaba. El conductor del ómnibus, dijo en su testimonio que se vio obligado a desviarse por un peatón que se apresuró a cruzar su camino. Testimonios de oídas de lo dicho por un hombre en la acera en la escena del accidente tan pronto como la parte perjudicada había sido atendido se celebró la admisibilidad en la corroboración de la evidencia del conductor.
Pero lo que se dijo doce minutos más tarde y fuera de la escena por el mismo hombre se llevó a cabo no es parte de la res gestae.
En el caso de Christie 1914 AC 545 el principio de la decisión en el caso de Bedingfield fue aprobado por Lord Reading con