El juicio de los presos políticos en Irán por lo general se lleva a cabo a puerta cerrada. Los excursionistas se enfrentaron el juez en un tribunal cerrado acompañado de un intérprete y de su abogado.
En la ausencia de relaciones diplomáticas con Irán, la embajada suiza en Teherán representa los intereses de Estados Unidos. Los funcionarios de la embajada suiza se les negó el permiso para observar los procedimientos judiciales contra los excursionistas estadounidenses.
Irán nunca lanzado los detalles de la evidencia en contra de los excursionistas. Pero incluso en ausencia de evidencia que lo corrobora, Salavati ha condenado a otros acusados en los juicios anteriores al basar su decisión únicamente en el documento de acusación.
De acuerdo con el abogado defensor que representa a los excursionistas estadounidenses, Salavati había confirmado la acusación contra su clientes.
Mientras tanto, el presidente iraní ha extendido una ley que permite a los tribunales para imponer castigos islámicos como la amputación, amarre público, y la lapidación.
Las sociedades occidentales consideran estos castigos bárbaros.
Otras fechas de corte no se han fijado para los estadounidenses detenidos.