Se recomienda, sin embargo, hacer ciertas personas para tomar las fotos o al menos para asegurarse de que las cámaras desechables de la boda no va a terminar en las manos de los niños que son más propensos a imaginar sus pies en vez de los huéspedes. Parejas general designan un pueblo para recoger las cámaras de celebración antes de la gente está empezando a salir, o pueden incluso crear cestas para que las personas abandonan las cámaras en ella.
Por lo general, un amigo se va a hacer cargo de conseguir las películas desarrolladas por el tiempo de los recién casados regresan de su luna de miel. Más tarde, se puede optar por analizar las mejores fotos y publicarlos en un sitio web para que todos la vean.