Sin al menos la legalización parcial, no podemos perseguir estas vías de investigación. Es la locura que podemos utilizar derivados de opio y heroína en nuestros medicamentos, y sin embargo las drogas que suponen menos de un riesgo siguen siendo ilegal y no probado. Luego, por supuesto, está el argumento democrático. Si la gente quiere la legalización, la responsabilidad recae en el gobierno de su Majestad a convencerles de lo contrario. Nosotros elegimos a nuestros políticos para promulgar nuestra voluntad, que es su deber jurado.
Si la legalización es nuestra voluntad como nación, debe ser llevado adelante. El Gobierno, por supuesto, también tiene la responsabilidad de mantenernos a salvo, lo que lleva a la conocida y frecuentemente recitada axioma de lograr un equilibrio entre la libertad y la seguridad. Sin embargo, como ya he dicho, la responsabilidad recae sobre el gobierno para convencer a su gente de que estos fármacos no son de nuestro interés nacional. La única manera de hacerlo es con la investigación genuina, imparcial científica e investigación.
Si al final del día, los números dicen que estamos equivocados, y las drogas son demasiado perjudiciales, que así sea. Pero en este momento, nuestro deseo es que la legalización, y muchos que no apoyan la legalización no se oponen a IT- simplemente no tienen opinión como fármacos tienen ningún interés para ellos. Voy a decirlo una vez más- es la responsabilidad del gobierno para promulgar nuestra voluntad. Si las drogas son demasiado peligrosas, deben hacernos comprender que prueban y que sea so- no tratar de asustarnos con campañas y falsedades infundadas.
Prohibición empuja a la gente a máximos legales, un mercado que bajo la ley actual es prácticamente imposible de erradicar, como cambios químicos simples alteran la sustancia y lo convierten en unregulated- sin quitar su potencia, y los riesgos potenciales para la salud. La gente de hecho toman este riesgo es una prueba más de la firme voluntad del púb