Una de las mayores tragedias de nuestra sociedad es que le damos la espalda hacia posible la medicina que salva vidas, técnicas y remedios alternativos porque no es la forma tradicional de hacer las cosas. La marihuana a menudo tiene una connotación negativa muy, inmerecida adjunta hacia ella. Lo curioso es que las únicas razones marihuana es ilegal en los Estados Unidos (que se convirtió poco a poco, a partir de principios del siglo 20) se debe al racismo, Corportate beneficios, y el miedo.
Lo que es triste es que la tendencia creciente de la anorexia en América requiere algún tipo de apetito aumentador y desalentar al mismo tiempo la bulimia. La marihuana podría ser la respuesta.
El cáñamo, que es la planta que crece la marihuana, ha sido saber para aumentar el apetito de los que se entregan a ella. A diferencia de consumo de tabaco, que suprime el apetito, "mala hierba" (como se le llama) aumenta el metabolismo en el cuerpo. Este aumento en el metabolismo crea un fenómeno conocido como los "antojos", que es un enorme aumento en el hambre después de fumar la planta.
Este aumento en el hambre puede ser muy beneficioso para aquellos que tienen una mayor capacidad para suprimir su propio apetito por la auto-discípulo. Sin embargo, el hambre que Weed ofrece no será y no puede ser la única solución a la anorexia.
Lo que se necesita junto a un partidario del apetito artificial, que la marihuana podría encajar a la perfección, se necesita terapia. Sin un seguimiento constante y apoyo emocional de un terapeuta, la persona anoréxica podría llegar a ser bulímica y simplemente vomitar toda la comida consumida por su imagen corporal distorsionada.
Mientras que la mala hierba podría ser una buena solución temporal, hay que entender que sin la ayuda psicológica a estas personas constantemente mirarse a sí mismos como obesos, la grasa, o simplemente fuera de forma.
La marihuana fue ilegalizado debido racistas conocidas como William Randolph Hearst, que tenía un asimiento del pie en la industria de la madera /papel, quería conservar sus beneficios empresariales. Hearst, que era también un escritor célebre, constantemente escribió sobre los males de la marihuana sin fundamento ni pruebas fácticas.
Sus inversiones en la industria de la madera, que el cáñamo fue obligado a sustituir, le hizo volverse en contra de malezas mediante el uso de tácticas racistas y titulares de los periódicos para agitar el miedo en el público en general. He aquí