Una vez que el edificio físico, herramientas útiles, y los trabajadores para utilizarlos están ensambladas, un negocio rentable sobreviene, una con ganancias de ingresos que superan los gastos necesarios que intervienen en el funcionamiento de una oficina.
Asegurar que esta tendencia positiva persiste es la responsabilidad de los administradores de oficinas en todo el mundo.