Los pacientes presentan una mala afrontamiento, la conducta no asertiva, agresividad, pensamientos negativos y las dificultades que se pegan a un plan de tratamiento. Una historia de abuso, tanto en las relaciones adultas o como un niño, es común especialmente en FMS y puede tener un efecto dominante sobre el enfoque del paciente y sus relaciones con los demás. Cómo ayudar a estos pacientes a través de este tiempo necesita un psicólogo clínico y el tratamiento únicamente de un fisio es poco probable que sea útil.
La terapia psicológica en un programa de manejo del dolor FMS cubre la educación acerca de la condición, la validación de que es real, la discusión en grupo de manera que cumplan con los demás con FMS para reducir el aislamiento, el pensamiento negativo y realista, la comunicación y la asertividad, la fijación de objetivos y la planificación, la aceptación y la atención y estimulación para reducir la hiperactividad. Muchos enfermos FMS se comunican muy pasivamente con sus parientes cercanos y otros, lo que lleva a la frustración y la ira que no se están cumpliendo sus necesidades.
Un sesgo negativo en el pensamiento está presente típicamente debido a la gran número de experiencias negativas relacionadas con la condición. Los médicos no pueden tratar los síndromes de dolor con algún grado de éxito, pero algunos medicamentos, como amitriptilina, puede ser de beneficio, lo que reduce el dolor y ayudar a dormir. Drogas morfina relacionados pueden aumentar la confusión, la fatiga y la falta de agudeza mental.
Los fisioterapeutas prescribir un programa de ejercicio graduado, para el que existe un apoyo científico razonable, y vigilar de cerca para mejorar la condición física, fuerza y habilidad. El estiramiento también se puede enseñar y es útil cuando el dolor impide el ejercicio. Un enfoque multidisciplinario y un plan de tratamiento estructurado graduada son esenciales para estos pacientes.