El médico dijo que Yo tenía cuatro opciones, la quimioterapia o la radiología que no creía que mejoraría mis posibilidades de supervivencia. Las probabilidades eran algo más del 50% de que no iba a funcionar.
Las otras dos opciones son para quitar mi vejiga y construir otra de parte de mi intestino, lo que dijo si funcionaba sería genial, si lo hiciera, no sería una lucha por el resto de mi vida. El segundo sería quitar mi vejiga y el tejido circundante, incluyendo la próstata y los ganglios linfáticos cercanos. Ese procedimiento requeriría que utilizo una cámara externa para sustituir a mi original. Elegí esta última y no me arrepiento de este día (cinco años después). Es un poco molesto, pero en cierto modo es útil.
Lo que más me sorprendió de que no había ningún signo o síntoma que tuve este problema y si no me orino sangre cuando lo hice yo no sería vivo hoy. Supongo que todo lo que puedo decir para terminar es que estas cosas no ocurren por casualidad al otro chico, eres un blanco también. Así que ser conscientes
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Paul L.Viverito
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