Ante el doble problema de este modo se indica, qué grado de éxito tiene asistió al hombre de negocios medio en su solución?
Es seguro decir que el hombre promedio ha encontrado que es más fácil de hacer dinero que cuidar de ella.
Dinero de decisiones, para él, es el resultado de la actividad con éxito en su línea de negocio, con el que esté familiarizado; mientras que la inversión de dinero es una cosa aparte de su negocio, con el que no está familiarizado, [10] y de la que él pudo haber tenido poca experiencia práctica. Su fracaso para invertir dinero sabiamente no se debe a ninguna falta de inteligencia o de cuidado adecuado y la previsión de su parte, como a veces parece creer, sino simplemente porque es ignorante de los principios de un negocio que difiere radicalmente de la suya.
La inversión de dinero es asunto de un banquero. Cuando el hombre promedio tiene fondos para invertir, ya sea un hombre de negocios o un inversor puro, debe consultar a algún experto y confiable banquero de inversión tal como lo sería consultar a un médico o un abogado si estuviera en necesidad de los consejos médicos o legales. Este libro no pretende ocupar el lugar de la consulta con un banquero, sino para complementarlo.
La ventaja de dicha consulta se demuestra por el hecho de que si un hombre intenta confiar en su propio juicio, que es casi seguro de no hacer lo mejor, aunque su instinto empresarial le lleva a evitar aquellas empresas que son más claramente poco prometedor o fraudulenta. Hay que recordar, sin embargo, que las viudas y los huérfanos no son los únicos atrapadas por los anuncios atractivos y la promesa de rendimientos brillantes.
En la mayoría de los casos y de viudedad, y [11] de orfandad los fondos están protegidos por los fideicomisarios de conciencia y conservadores, y es el hombre de negocios medio que proporciona el dinero que se pierde en última instancia, todas las proposiciones que violan las leyes fundamentales de la inversión.
El hombre medio es conducido a estas inversiones imprudentes a través de un error muy natural de juicio.
Acostumbrados a correr riesgos razonables y hacer grandes ganancias en su propio negocio, que no detecta nada fundamentalmente malo en una proposición simplemente porque promete pagar bien. Se olvida que la tasa de interés de invertí dinero
o interés puro, es muy p