Introducción
Como respuesta al resentimiento y la ira de las empresas y la comunidad, el proyecto de ley de Spam 2003 fue propuesto como parte de una estrategia de múltiples capas que lidiar con el spam [1], además de campañas de sensibilización, códigos de conducta industriales y el trabajo comunitario en los mecanismos de filtrado. [2] El gran volumen de correo no deseado se consideró una amenaza para la eficacia y la eficiencia de la comunicación electrónica y los negocios en línea legítimo, con un coste anual considerable de aproximadamente $ 900 por empleado.
[3]
Antes de su inicio, el proyecto de ley de Spam 2003 fue descrito como "un plan para regular el envío de mensajes electrónicos comerciales. La provisión pena principal prohíbe el envío de mensajes electrónicos comerciales no solicitados (comúnmente conocidos como spam) ... "[4] Desde su inicio hace aproximadamente cinco años [5] el problema del spam no se ha resuelto, en lugar de spam, incluso pueden haber proliferado a nuevas alturas e incluso llamando a cuestionar la eficacia de la Ley de spam para tratar adecuadamente con el problema de spam para los usuarios finales de Australia.
Los NOIE citas informe datos de 2003 obtenidos de diversas fuentes que indican que las cuentas de spam para el 20% de correo electrónico total, el 35% del correo electrónico de negocios, y predice que esta cifra alcanzará el 50% en 2005. [6] Un informe independiente de las estadísticas de spam en noviembre de 2005 muestra que esta cifra era de hecho superado y que 53-59% de todos correo electrónico recibido en Australia se clasificó como spam.
[7] En la actualidad el problema del spam pinta un panorama aún más sombrío, con el 87,2% de todo el correo electrónico recibido a nivel mundial que consiste en el spam [8]. La escala creciente de este problema se puede ver la figura 1. que ilustra el aumento de los volúmenes globales de correo electrónico de spam mundial y desde el año 2002.
Figura 1.
-Up-to-Date volúmenes globales de correo electrónico de spam global y [9]
Puede ser suficiente, sobre la base de estas cifras decepcionantes por sí solos, a la conclusión de que la Ley de spam ha sido ineficaz en el tratamiento del problema del spam para los usuarios finales. Sin embargo, las cifras anteriores no son descriptivas de toda la situación (aunque aparentemente tan), y sólo son relevantes a la cantidad de spam recibido.
Este sombrío panorama cambia cuando se examinan