Cuando se piensa en ello, los viajes de los Estados Unidos de América y Brasil comenzó de manera similar. Nuestras tierras son ricas en la creación de Dios, el hogar de los pueblos antiguos e indígenas. Desde el extranjero, las Américas fueron descubiertos por hombres que buscaban un nuevo mundo, y se establecieron por los pioneros que empujaron hacia el oeste, a través de vastas fronteras. Nos convertimos en colonias reclamadas por coronas distantes, pero pronto declaramos nuestra independencia.
Luego dimos la bienvenida a oleadas de inmigrantes a nuestras costas, y, finalmente, después de una larga lucha, limpios de la mancha de la esclavitud de nuestra tierra.
Los Estados Unidos fue el primer país en reconocer la independencia de Brasil, y establecer un puesto de avanzada diplomática en este país. El primer jefe de Estado en visitar los Estados Unidos fue el líder de Brasil, Don Pedro II. En la Segunda Guerra Mundial, nuestros valientes hombres y mujeres lucharon codo a codo por la libertad.
Y después de la guerra, tanto de nuestras naciones lucharon para lograr todas las bendiciones de la libertad.
En las calles de los Estados Unidos, los hombres y mujeres marcharon y sangró y algo murió para que cada ciudadano pueda disfrutar de las mismas libertades y oportunidades - no importa lo que parecías, no importa de donde vienes.
En el Brasil, que luchó en contra de dos décadas de dictaduras para el mismo derecho a ser oído - el derecho a estar libre de miedo, libre de la miseria.
Y, sin embargo, desde hace años, la democracia y el desarrollo tardaron en afianzarse, y millones han sufrido como resultado.
Pero yo vengo aquí hoy porque esos días han pasado. Brasil es hoy una democracia floreciente - un lugar donde la gente es libre de decir lo que piensan y elegir a sus líderes; donde un niño pobre de Pernambuco puede elevarse desde los pisos de una fábrica de cobre para el cargo más alto en Brasil.
En la última década, los avances logrados por el pueblo brasileño ha inspirado al mundo. Más de la mitad de esta nación ahora se considera clase media.
Millones se han salido de la pobreza. Por primera vez, la esperanza está volviendo a lugares donde el miedo se había prevalecido siempre. Vi esto hoy cuando visité Cidade de Deus - la Ciudad de Dios. (Aplausos.)
No sólo los nuevos esfuerzos de seguridad y programas sociales es - y quiero felicitar al alcalde y al gobernador por el excelente trabaj