Noticing de los síntomas corporales inusuales y transmitir a su proveedor de cuidado de la salud es importante para el diagnóstico de la diabetes y de la sangre que controla los niveles de glucosa después del diagnóstico. La mención de esos síntomas puede dar lugar a un diagnóstico y tratamiento rápido. Un diabético es también más susceptibles a la hipertensión arterial y los lípidos sanguíneos elevados (colesterol y triglicéridos). Por esta razón, el médico puede hacer pruebas para determinar si son normales.
Colesterol anormal, triglicéridos o presión arterial alta aumenta el riesgo de daños a los órganos aún más. Junto con la diabetes estas anomalías son un golpe de triple a la declinación de la salud. Cada uno necesita ser comprobado y tratada, si está presente, para ayudar a mantener la salud y prevenir la enfermedad.