Algunos podrían llamar a este trágico. Algunos pueden encontrar este tipo de travesuras divertidas ...
Yo estaba en mi camino a una cita de una tarde hace unos años. Dado que la cita era a las 07:30, me decidí a salir temprano y hacer un mandado de antemano. Como sucedió, el mandado tomó mucho menos tiempo de lo que había previsto. Fue 45 minutos antes de mi cita. ¿Qué puedo hacer? Yo podría ir a la librería y navegar, pero para cuando llegué allí, sería el momento de volver atrás para mi reunión.
Podría ir a mi tienda de arte favorita, pero eso sería presentar el mismo dilema: Una vez que empecé la navegación, por lo general regalé un estado de trance, fantasear cómo hacer uso de todos aquellos productos encantadores en mi próximo pintura. Así que decidí esperar. Después de todo, soy una chica grande, sabía cómo entretener a mí mismo con chistes o escuchar música -. Podría esperar
El tiempo en mis manos no es una buena cosa.
Después de agitarse durante un tiempo con el dial de la radio, me miró a su alrededor por algún material de lectura. Ninguno se encontraba.
Inquieto y aburrido, me decidí a ir dentro de la tienda de conveniencia cercana sólo para mirar alrededor para cualquier cosa que pueda golpear mi fantasía. Podría comprar una taza de café o una dieta bebida. Lo que yo salí con era una bolsa de aperitivos. No es una barra de chocolate, que conste, pero una bolsa de aperitivos. Dentro había chips de maíz, la barra de Snickers inevitables, Twinkies y mi, cacahuete y sésamo bar favorito. Este último remontó desde mi infancia, cuando mi abuela haría estas confecciones especiales para ocasiones especiales.
Bueno, al parecer se trataba de una ocasión especial.
Una vez de vuelta dentro de la seguridad de mi coche, como un gato proteger su presa, me echaron de allí con mi escondite. No podía muy bien aparcar en frente de mi sitio web designado, como mucha gente me reconocerían, y en ese momento, quería permanecer en el anonimato. Así que me condujo sin rumbo por un tiempo, vagamente consciente de que el tiempo se estaba acercando a mi cita y yo aún no había tenido mi merienda (s).
Ese estado de trance en el almacén de la fuente del arte era tan poderosa cuando conducía sin rumbo, y al final me vino a descansar bajo un árbol de ficus masivo, caja fuerte en su sombra, caja fuerte en mi soledad. La bolsa de señas. El contenido llamado a mí como sirenas, y tuve a nadie que me ata al mástil ...
Veinte minutos