No vale la pena para salvar una vida a menos que haya algo en él para usted. Stephane Huberty es un médico belga que hizo famoso a punto de terminar la noche cuando decidió entregarse en un conejillo de Indias. Su historia es simple, pero en movimiento. Huberty había estado sufriendo de una enfermedad rara (miastenia gravis) durante 14 años. Junto con algunos de sus colegas, se ha desarrollado una vacuna, probado con éxito en animales. Pero para su desesperación, que era muy difícil encontrar inversionistas interesados para certificar la medicina.
Dado el escaso número de pacientes, ninguna compañía quería traer el dinero. Con ninguna otra opción a la izquierda, el médico belga intentó la vacuna en sí mismo. Al parecer, no hay efectos secundarios significativos.
La historia de la medicina está llena de ejemplos similares. Por ejemplo, en 1847, Sir James Young Simpson intentó primero cloroformo en su cuerpo. Así, descubrió el sueño puede ser inducida con esta sustancia. Ellos dicen que el descubrimiento ayudó a la reina Victoria de superar el trabajo a luz sin dolor.
Otros dos médicos estadounidenses abren caminos revolucionarios en el campo de la anestesia, a finales del siglo 19: William Halstend y Richard Hall. Se inyectan a sí mismos con la morfina y cocaína y desarrollaron un método eficaz para la anestesia local. Hasta estos días, también se puede leer acerca de Barry Marshall, el médico australiano que realmente decidió beber la bacteria responsable de la úlcera, sólo para demostrar la úlcera es causada por una bacteria y no por el estrés (algunos médicos siguen apoyando esta teoría).
La investigación de Marshall fue finalmente reconocido y recompensado con el Premio Nobel de Medicina en 2005.
Todos estos experimentos locos tenían fantásticos beneficios para muchos pacientes, aunque al principio no eran atractivos para los responsables. La clase de las enfermedades raras es una tragedia. Los costos para certificar la medicación y el patrón de ganancias para los fabricantes hacen imposible desarrollar cualquier cura.
Además, en esta carrera loca con fines de lucro, las empresas farmacéuticas están cada vez más interesados en los modelos basados en virus "accidentales", histéricamente anunciados por los medios de comunicación, y las vacunas milagrosas que se crean de inmediato para proteger a usted.
El ejemplo reciente del médico belga debería ser una advertencia para los tomadores de decisiones en los departament