Ya había signos de demencia de mi abuela cuando ella celebró su 88o cumpleaños en marzo de 2009. Ella no iba a sobrevivir el verano. Su memoria se puso peor y peor a medida que avanzaba la primavera. Hubo muchos momentos en los que ella no reconocer su seres queridos cuando hablaron con ella. No podría decir si ella me reconoció y fue ignorándome, o si simplemente no estaba procesando. En las raras ocasiones en que era semi-lúcido, me gustaría preguntar acerca de por qué ella no respondió a mí.
Ella dijo que ella me escuchó y tuvo una respuesta, pero hacer el esfuerzo de hablar era demasiado.
Poco después, ella se obsesionó con el movimiento de silla en silla. Ella dijo que no podía estar cómodo en una silla más de 15 minutos a la vez. Lo que hizo esto más difícil era que no era capaz de moverse a sí misma, por lo que su cuidador tendría que levantar básicamente ella y moverse a su alrededor. Esto fue difícil para todos nosotros. Su cuidador principal era su 65 años de edad, hijo, mi tío.
Una vez que ella se había movido, ella comenzaría pidiendo a moverse de nuevo casi de inmediato. El único aspecto positivo de esto fue que ella pedía era el más comunicación hemos sido capaces de salir de ella.
Su respuesta no preguntas era más difícil de mi tío. Él siempre hacerle preguntas acerca de su comodidad y lo que le gustaría comer. Ella no responder a él en cualquier forma. Esto le frustró porque él estaba con sus 24 horas del día, sin descanso. Finalmente nos organizamos para un cuidador para venir en un par de veces a la semana para darle un descanso.
Cuando hablamos con el trabajador social y el hospicio respecto la falta de respuesta de mi abuela, que nos dijeron que no hay que enfadarse con ella porque ella no puede evitarlo. Esto pareció ayudar a mi tío, pero se sentía culpable por las veces en el pasado que había conseguido impaciente con ella.
La parte más difícil de esto para mí estaba perdiendo la mujer que había conocido toda mi vida. Había pasado mucho tiempo con ella en los últimos años.
Tuve un tiempo difícil entender por qué ella podía comunicarse e interactuar con claridad cuando quería algo, pero no me reconoce lo contrario. Pensé que si ella realmente quería, podría haber hablado conmigo. Hubo un tiempo en que yo estaba enojado con ella por no poner más esfuerzo.
A medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que yo no podía entender realmente sus experiencias como un chico de 30 años. ¿Cómo pu