El insomnio se caracteriza por la alteración de los patrones normales de sueño - o dificultad para conciliar el sueño o despertar varias veces durante largos períodos. Insomnio real es la falta de sueño habitual, que ocurre noche tras noche, a menudo una duración de meses o años. Trastornos del sueño a largo plazo pueden ser muy debilitante y afectar las funciones diarias que llevan a problemas como la falta de concentración, energía reducida y dificultades para hacer frente en el trabajo y en casa.
Los expertos aún no entienden realmente el subyacente causas del insomnio.
Una serie de problemas psicológicos como la ansiedad y la depresión; problemas médicos tales como el hipertiroidismo, enfermedad de Alzheimer, dolor crónico, y las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual femenino, todos pueden llevar al insomnio. También puede haber un vínculo genético. Muchos medicamentos de venta con receta contienen cafeína, un efecto secundario de la cual puede conducir a insomnio transitorio. Nuestra necesidad de sueño cambia durante el ciclo de vida.
Mientras que un bebé necesita dieciséis o más horas de sueño al día; un adulto típico requiere alrededor de ocho horas; y los ancianos a menudo sólo se necesitan cinco o seis horas de sueño por noche para funcionar normalmente.
Un médico puede recetar pastillas para dormir, pero éstos sólo son adecuados para el tratamiento a corto plazo, ya que tienden a ser adictivo y se convierten en ineficaces con el uso prolongado. En la mayoría de los casos existen medidas preventivas las personas pueden adoptar para aliviar este problema.
Una rutina regular de sueño, ir a la cama y levantarse a aproximadamente la misma hora todos los días, es vital. Si los patrones regulares de sueño se han convertido en perturbado es crucial que pueden restaurar lo antes posible.
Hay muchas técnicas disponibles para garantizar una buena noche de sueño, que han demostrado de ayuda a los insomnes. Deje de trabajo al menos una hora antes de ir a dormir y tener un baño caliente. Evite las siestas durante el día o por la noche. Mantenga el dormitorio para dormir y tener sexo, no trabajando o viendo la televisión.
No haga ejercicio justo antes de acostarse, tómese el tiempo para descansar y relajarse. Trate de leer durante media hora antes de ir a la cama. Evite las bebidas que contienen cafeína, como el té, el café o refresco de cola; una bebida láctea caliente puede ayudar. Evite comer una comida grande dentro d