La fiebre del heno es una reacción alérgica común que afecta a alrededor de una persona de cada siete, hasta cierto punto u otro!. Hay muchos contaminantes del aire que desencadenan los síntomas en personas susceptibles, incluyendo muchos tipos de polen, los ácaros del polvo doméstico, y la caspa de mascotas. Los principales factores desencadenantes de fiebre del heno de temporada comenzará en la primavera con el polen de los árboles, en el verano tenemos pólenes de gramíneas, seguidos de malas hierbas y polen en el otoño.
Una vez que las hojas caen tendemos a conseguir un aumento de las esporas de moho; aunque esto puede ser un problema de todo el año para algunas personas. Los otros alérgenos durante todo el año que causan problemas son los ácaros del polvo doméstico, y la caspa de mascotas.
Estas sustancias alergénicas son inhaladas en el sistema respiratorio superior y provocan que el cuerpo produzca anticuerpos, y la histamina se libera de los mastocitos. lo que hace que los tejidos circundantes se inflamen.
Terminamos con los ojos hinchados doloridos, estornudos combates, ataques de tos, bloqueados o secreción nasal, comezón en el techo y la boca, y las molestias en la garganta, que son los síntomas típicos de fiebre del heno.
El única manera de prevenir la fiebre del heno es evitar la inhalación de estos alérgenos; por desgracia esto es a menudo inevitable. Con alergias al polen, es posible reducir la exposición al mantener puertas y ventanas cerradas y permanecer en el interior, especialmente en la mañana temprano y al atardecer.
Compruebe previsiones de polen y evitar las actividades al aire libre cuando el recuento de polen para muy alto. Los ácaros del polvo y sus excrementos pueden reducirse mediante la limpieza regular. Utilice una aspiradora que tenga un filtro de grado médico, en los colchones y alfombras. Mantenga el dormitorio fresco y bien ventilado. Limpie otras superficies con un paño húmedo. Utilice lavados de alta temperatura en toda la ropa de cama.
Afortunadamente existen muchos medicamentos eficaces disponibles en el mostrador de la farmacia.
Tabletas anti-histamina y jarabes son buenos para aliviar la tos, estornudos, picazón, congestión nasal y dolor en los ojos. Hay también aerosoles nasales y gotas para los ojos. En casos extremos existen vacunas desensibilizantes que construirán la tolerancia a los alérgenos específicos, éstos deben recibir, bajo supervisión médica, durante muchas semanas o mes