Durante y después de las sesiones de ejercicio, se debe prestar mucha atención a cómo se siente desde latido rápido del corazón, aumento de la sudoración, sentirse inestable, o el hambre puede indicar que sus niveles de azúcar en la sangre están convirtiendo en demasiado bajo. El ejercicio es una parte fundamental de la gestión y tratamiento de la diabetes. El ejercicio ayuda a controlar el azúcar en la sangre cuando los músculos utilizan más glucosa y el cuerpo se vuelven más sensibles a la insulina.
El ejercicio también ayuda a prevenir y reducir al mínimo las complicaciones diabéticas comunes incluyendo problemas cardíacos, presión arterial alta y deficiencias circulatorias. Todos los diabéticos deben incluir un programa de ejercicio regular como parte de su plan de gestión global.