todos los aceites esenciales naturales tienen acción bactericida y antiinflamatorio;
• Tienen una variedad de propiedades cosméticas y dermatológicas;
• Algunos de ellos activan el sistema inmunológico;
• más de la mitad de los aceites esenciales conocidos tener algún efecto analgésico;
• la mitad de la influencia beneficiosa de los sistemas respiratorio, digestivo y órganos circulatorios;
Por otro lado se sabe que la falta de estos aceites conduce a: •
violación del equilibrio biológico de la célula;
• Desarrollo de una escasez de sustancias aromáticas que son necesarios para la síntesis del cuerpo de los componentes biológicamente activos individuales;
• Información aparato olfativo de las estructuras de hambre y de agua en el cuerpo.
Uso aceites esenciales cuerpo opone más éxito de las diversas infecciones: pulmón, hígado, estómago, útero, piel, etc.Por, los defensores de la aromaterapia creen que da tales resultados como se puede lograr por otros medios modernos. Como se ha demostrado que la mezcla de aceites esenciales de pino, ajedrea, menta, lavanda destruye microorganismos dañinos (incluyendo Staphylococcus). Por otra parte, el impacto en diversos gérmenes patógenos es aproximadamente la misma medida.
En la tuberculosis de los pulmones, el tratamiento con aceites esenciales ayudan a disminuir la temperatura y reducir la tos, para la restauración de potencia, peso y el apetito para la normalización de la sangre y la desaparición de los excitadores de la enfermedad.
Los antisépticos más fuertes son los aceites esenciales de limón, lavanda, pino, abeto blanco y eucalipto. Y de petróleo y naturales antibióticos, que figuran en la hierba de San Juan (imanin) y flor (arenanin) actuar sólo sobre los gérmenes, pero no en los organismos superiores.
Poder antiséptico de los aceites esenciales no se ve disminuida por el tiempo que un cuerpo no está acostumbrado a los remedios aromáticos, es decir, cada vez que el alcance de su influencia sigue siendo. Antibiótico largo considerado por la medicina moderna y la cura para casi ser escrito en el más mínimo signo de infección. Hoy en día se sabe que el uso prolongado disminuye sus mecanismos de protección, lo que contribuye al desarrollo de alergia a medicamentos e infecciones fúngicas.