cio vigorosamente, con la diferencia de que no se nota tanto cuando usted está haciendo ejercicio. Concéntrese en su ombligo durante un ataque de pánico. Siéntese o acuéstese y pensar en su ombligo, el centro de su cuerpo. Tu ombligo siente ninguna tensión ni dolor y es su conexión con la gente que amas. Imagina un cordón de plata que va desde ella a la persona que amas más que a nadie y luego dibujar su fuerza a través del cordón en su cuerpo. En conclusión, es posible que no se han dado cuenta de que los ataques de pánico puede ser tan malo o peor que las fobias de la gente.
Ahora, no sólo te das cuenta de esto, pero usted sabe mucho más información útil acerca de los ataques de pánico que le ayudarán a entender mejor a sí mismo, así como a otras personas.