Hay un inmenso placer en el sabor de los alimentos, y muchos reportan una pérdida de esta sensación, o un sabor metálico. ¿Qué puede hacer usted para ayudar? Proporcionar porciones más pequeñas, ventilar los olores, y asegúrese de que la comida es fácil de masticar y digerir. Tener algunos caramelos duros disponibles para ayudar a estimular la saliva, que a su vez ayudan a la digestión. Añadir un poco de jugo para más sabor.
Por último, pero no menos importante, cuando se trabaja con alguien con cáncer, si se trata de trabajo de la energía, la actividad física, o cualquier otro tipo de interacción, ser suave, no abrumarlos, pero tratarlos con gracia y les permitirá tiempo para responder.