He encontrado que es bastante sorprendente la forma en que las cosas cambian en la sociedad. Yo mismo tengo una hija de 15 meses de edad que se encuentra en las etapas de exploración. Ella parece encontrar todas las maneras nuevas y viejas de hacer daño a sí misma. No en proponer, ella no entiende esa palabra. Pero sólo por caer, corriendo en las paredes, golpeando su cabeza de arrastrarse por debajo de la mesa, o sacudiendo la sonaja demasiado duro golpea su cara, ella ha experimentado su parte de dolor. Si ella es como yo, ella será un accidente a punto de ocurrir.
Sin embargo, ahora la gente día hacen chistes que no sé si reír o encogerse en.
Cuando descubrí que estaba embarazada, estaba en mi segundo año completo en Broome Community College en Binghamton, Nueva York. Después de que ella naciera, decidí tomar un año de descanso de la escuela hasta que volví a posgrado, para que yo pudiera pasar tiempo con mi nuevo paquete de alegría.
Cuando el año llegó y pasó rápidamente, hice mi decisión rápida.
No había manera de que iba a ir a cualquier guardería, y no había forma de que alguien que no sabía y confianza iba a ver a mi hija. Yo había visto las noticias, miró a la CNN y leer el periódico. Muchos niños estaban muriendo a manos de sus tutores, padres o proveedores de cuidado infantil. Algunos niños ni siquiera se estaban muriendo, simplemente estaban siendo abusados. Pañales metidas en la boca, que se celebra en el suelo utilizando el castigo corporal, y se agitaron hasta que fueron una estadística del Síndrome del Bebé Sacudido (SBS).
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Yo no iba a dejar que nada le suceda a mi hija de cualquier ordenar. (No Incluso si eso significaba volver a la escuela, pero hacerlo en línea o por correo.) Afortunadamente, sin embargo, la madre de mi novio se hizo cargo y se retiró a ver a su nieta. Sabía que estaba en buenas manos y que podía estar tranquilo.
Sin embargo, ninguna madre puede estar tranquilo cuando cada nuevo paso de su hijo termina en un grito gritando porque chocaron sus cabezas en la mesa o magullados su culo en el suelo de la cocina-dura de azulejos. Y al igual que cualquier otro niño en la tierra, mi hija sigue ganando sus marcas de crecimiento. Todos los días ella tiene algún nuevo rasguño o moretón.
Cuando mi hija llegó a casa de su abuela el primer