Nuestros cerebros son increíbles deja la cara él y yo estaba encantado de escuchar en la radio la otra noche que no importa el tiempo que hemos estado alrededor aprendiendo nada en absoluto de un nuevo deporte a un título académico, siempre posible y es beneficioso. De joven pude leer bien, pero siempre fue un poco de una tarea de leer los libros, algo largo, y debido a esto no me quiera leer mucho, ya que el esfuerzo real de la lectura abrumado lo fue alguna vez el contenido, lo haría con frecuencia tener que volver atrás y releer.
En los últimos 15 a 20 años, sin embargo sin ningún plan que he leído más que nunca y es un verdadero placer ahora, los hechos y las historias se hunden mucho más rápido, la recompensa para el ejercicio de mi mente. El programa en cuestión habló de un hombre de 78 años que está ocupado estudiando para doctorados y pasarlos.
Esto viene como un poco de alivio en la parte inferior de las escaleras que tengo algo en mente sólo para olvidarse de él por el tiempo que les he subido, y hay una cosa que siempre estoy teniendo problemas con el, me gustan las papas al horno y suelen tener cuatro a la audiencia, pero siempre terminan pinchar dos veces sobre porque se me olvida cuáles ya he hecho, triste pero cierto. Hace años observé a una anciana que pesa una lechuga en un supermercado y pensé que bastante divertido, pero se dan cuenta ahora que todos tenemos nuestros propios pequeños mundos pasando a cualquier edad.
Para compensar por reírse de esta señora y porque ahora creo que puede ser una buena forma de descubrir si hay algunas babosas no deseados, etc en su lechuga, que se relacionan a continuación. No hace mucho tiempo fui a un cajero automático para comprobar el equilibrio, para ver si mi salario habían ido yo pienso, yo poner mi tarjeta y nos dieron un equilibrio escapara pero en lo que a mí respecta la máquina había mantenido, tragó mi tarjeta, que era un domingo y el banco estaba cerrado (gracias a Dios) y luego me pasé un buen 3 minutos insultando a la máquina, jugueteando con sus botones y advirtiendo a la gente a no utilizar la máquina, antes de que esto es, mirando en mi cartera y hallazgo dicha tarjeta se sienta cómodamente en su lugar habitual.
Esto es muy popular con mi familia ya que algunos de ellos donde conmigo en ese momento y se metió mi camino en cualquier momento me gano un argumento, así es la vida. Nunca he oído a nadie hablar de esto, pero creo que tiene que haber algún tipo de zona de la vergüenza en e