Comer azúcar está tomando un peaje pesado en las vidas de personas de todo el mundo, especialmente en los EE.UU.. El consumo de azúcar en los EE.UU. está aumentando cada vez más. Así también aumentan las enfermedades de estilo de vida moderno. Estadísticas indican que el 32 por ciento de los estadounidenses son obesos y un tercio adicional tienen sobrepeso. La tasa de obesidad que había sido del 3,4 por ciento en 1890 alcanzó el 15 por ciento en 1975 y se ha duplicado en la actualidad.
Dulce veneno en los alimentos procesados
Hoy, el azúcar refinado se carga en todas sus bebidas no alcohólicas, jugos de frutas, bebidas deportivas, y escondido en casi todos los alimentos procesados, de Bolonia a pretzels o salsa inglesa de queso para untar. Otro hecho sorprendente es que la mayoría fórmula infantil tiene el equivalente de azúcar de una lata de Coca-Cola y es un secreto a voces que los bebés modernos se están metabólicamente envenenados desde el primer día si toma fórmula.
El consumo de azúcar refinada que conduce a la obesidad y el sobrepeso está creciendo rápidamente como una epidemia en este país. No es de extrañar, llevar exceso de peso aumenta el riesgo de enfermedades mortales como la depresión, la enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, enfermedad renal y la diabetes.
El consumo de azúcar conduce a la enfermedad mental
investigadores recientes han descubierto que hay es estrecha asociación entre el consumo de azúcar y la enfermedad mental.
A British Journal of Psychiatry publicó recientemente un estudio de análisis intercultural, lo que demuestra la fuerte correlación entre el consumo de azúcar refinada y la enfermedad mental. Los investigadores revelaron que un alto consumo nacional de productos lácteos y el azúcar refinado tenía relación consistente entre el consumo de azúcar refinado y las enfermedades mentales. A través de un mayor consumo de azúcar refinada que podrían predecir una mayor incidencia de la esquizofrenia y el aumento de la prevalencia de la depresión.
También podrían descubrir que un mayor consumo de legumbres o cereales integrales o tubérculos ricos en almidón se relacionó con una menor prevalencia de la esquizofrenia y la depresión.
Otra investigación publicada en Neurociencia en 2002 encontró que la dieta alta de azúcar reduce un crecimiento clave la hormona en el cerebro necesaria para la memoria y el aprendizaje. Cada vez más estudios demuestran que el consum