Siempre he considerado a mí mismo para ser un alma contenta bastante relajado, totalmente agradecida por lo que tengo en la vida y no de cualquier manera propensos a la ansiedad, el estrés o similar <. br>
Así que honestamente ataques de pánico /ansiedad fueron lo último que hubiera esperado nunca contar con la experiencia personal directa de.
Pero en diciembre de 1999, un golpe relativamente inocuo en la cabeza poner en marcha una cadena de acontecimientos que dieron lugar a meses de prolongada angustia, desconcierto y malestar hasta que finalmente encontró una manera de recuperar de alguna forma de control.
Agradezco que hay una multitud de posibles factores desencadenantes y las causas de estos ataques y hay ciertamente ninguna panacea mágica para tratar con ellos, pero es muy importante para mí para contar mi historia, y si de alguna manera puede ser útil para cualquier persona hacia fuera hay que realmente significa muchísimo para mí.
Una fría mañana de diciembre, yo estaba en el baño y vio algo había dejado caer por el lado del retrete. Como me incliné hacia atrás hacia arriba - crisis - Cogí la parte frontal de la cabeza justo en la esquina de nuestro gabinete de madera, y no medio herido ... Me las arreglé para sentarse a mí mismo, y con bastante rapidez después sentí un golpe que viene a través y un ligero dolor de cabeza, pero aparte de eso no era demasiado preocupado.
Pero por alguna razón en los dos o tres días o después de que se sentía como yo todavía estaba aturdido, tal vez porque me estaba haciendo yo trabajaba hasta por nada yo no podía estar seguro.
Con el tiempo se parecía facilitar apagado, así que una noche fui a mi gimnasio local para una sesión bastante enérgico. Hacia el final de mi entrenamiento Recuerdo que recibí esa luz dirigimos sensación de nuevo y esta vez con un poco de vértigo, por lo que rápidamente me llamó un día y decidió que conducir de vuelta a casa.
A estas alturas yo estaba definitivamente poniendo un poco nerviosa, yo trabajo en un estado que debería haber conseguido cosas revisado por un médico, y en mi auténtica ingenuidad acerca de las mejores maneras de calmarse decidí probar y tomar algunas respiraciones profundas. Yo estaba tragando vuelta el aire demasiado rápido, y ahora sentía un fuerte picor y sensación de hormigueo difundir por primera vez un brazo y luego el otro.
Mi corazón parecía estar golpeando diez a la docena, y sentí una esp