Esto puede sonar contra el adagio pero los científicos en realidad encontramos que se puede dormir más a pesar menos. El sueño y el peso se cree que tienen alguna conexión. Una de estas conexiones se manifiesta en la condición llamada apnea del sueño en el que las personas obesas tenían dificultades para dormir cómodamente.
Se han realizado estudios en el pasado, que asocia la pérdida de sueño al aumento de peso. Case Western Reserve University realizó un estudio sobre más de 68.000 mujeres para determinar los patrones de sueño y su relación con el peso.
La investigación reveló que las personas que duermen menos de 5 horas para una noche ganaron más peso en comparación con los que duermen un promedio de 7 horas por noche.
Se puede deducirse que las mujeres que duermen menos son más propensos a ser obesos en comparación con las mujeres que duermen una noche completa o al menos 7 horas.
Las mujeres que duermen menos también consumen menos calorías. Esto puede ser debido a las hormonas en nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo a liberar la leptina en el torrente sanguíneo.
La función de la leptina es para determinar si hay suficiente grasa almacenada en el cuerpo. Si ese es el caso, entonces sería suprimir el apetito. Por otro lado, nuestro estómago libera una hormona llamada grelina que nos avise si tenemos hambre.
Cuando no dormimos, los niveles de leptina en el cuerpo disminuye, por lo que es difícil para el cuerpo para suprimir apetito debido al exceso de grasas. Los niveles de grelina también aumentan que siempre sería una señal de hambre.
Esto significa que su cuerpo no puede determinar si usted tiene suficiente grasa almacenada debido a que la leptina es limitado y el cuerpo siempre ansía comida porque más hormonas grelina se liberan en el torrente sanguíneo.
sueño corto, por definición, significa 4 horas o menos dormir cada noche. Esto podría causar baja leptina y grelina superior. Para evitar este problema y el aumento de peso eventual después, uno debe asegurarse de que tiene más de 4 horas de sueño cada noche para evitar este dilema.
Los últimos estudios permiten a los científicos a hacer conexiones entre el sueño y el apetito. En los estudios realizados en ratones, un gen que está controlado por el reloj circadiano se encuentra para controlar dormir y caminar. Es el mismo gen que puede afectar a los depósitos de grasa en el cuerpo. Cuando los científicos se apagan los genes reloj circadiano, los