Riesgos relativos ajustados multivariables y los intervalos de confianza del 95% se estimaron utilizando riesgos proporcionales de Cox de regresión que ajustar por edad, sexo, etnia, la masa corporal y la historia de la diabetes. Durante los 5 años fueron encontrados (1995-2000) 1.888 cánceres hematopoyéticos y 315 gliomas malignos. Los niveles más altos de consumo de aspartamo no se asociaron con una mayor incidencia de cáncer (Lim et al, 2006).
Este tipo de pruebas no obstante podría contener muchos errores humanos, como las estimaciones inexactas de consumo de aspartamo y también entre 1995 y 2000 El aspartame fue introducido en numerosos otros productos de la dieta, los alimentos de confitería y fármacos que pudieran alterar los patrones de consumo de aspartamo en el probado grupo.
El profesor John Olney de Washington University de St. Louis y sus colegas la hipótesis alternativa de que el aspartamo no tienen un vínculo con el cáncer. Ellos basan su hipótesis en varias series de consideraciones.
En primer lugar se analizaron las estadísticas de cáncer recogidos por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos desde 1975. Ellos encontraron la introducción de aspartamo en productos secos en 1981 y refrescos en 1983 fue seguido por un aumento sin precedentes en la incidencia de tumores cerebrales por aproximadamente 10%. Esto representa un extra de 1.500 casos adicionales de cáncer cerebral por año en los EE.UU. (la piedra de molino, 1996).
Sin embargo principales críticas se han hecho de numerosos científicos; Una crítica importante es que él sólo tuvo en cuenta la frecuencia de los tumores cerebrales durante un período seleccionado es decir, 1975- 1992. Si se utilizaron todos los datos epidemiológicos 1973-1.992 mil a una conclusión diferente se cree que se encuentran, como la frecuencia de los tumores cerebrales comenzó a aumentar en 1973 y se estabilizó a mediados de 1980 (Levey et al, 1996, citado en el Dictamen del Comité C